"Acerca de un alma femenina poseída por el egoísmo, la lujuria y la intemperancia de espíritu. Escarlata O'Hara es ese personaje odioso al que dan ganas de abofetear, Red Butler es el hombre pendenciero y sin escrúpulos que siempre dice la verdad y siempre tiene razón, y Melania es la voz maestra, el contrapunto que se convierte en verdadero modelo de abnegación y bondad. Pero más allá de la inconsistencia moral de la mayor parte de sus personajes, está la Voz patriarcal que anuncia una Verdad inconmovible y que permanece: el valor de la tierra y la necesidad de echar raíces en el mundo. Scarlata es afortunada por aquello que no sabe reconocer, y sólo encontrará la paz en Tara, entendiendo la tierra como esencia del alma. Nada, ni el amor pasional, ni poner a Dios por testigo de su orgullo, ni el dinero, ni el progreso, ni los hijos ni los hermanos, sólo la tierra puede dar paz al alma. Quien tiene una tierra, tiene una patria, y el tener patria es propio de la cultura patriarcal, y es por eso que la ideología progresista odia a esta película. Que no nos engañen con el tema del supuesto racismo, es una controversia que cava mucho más hondo de lo que parece."
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